- Detalles del proyecto de túnel submarino
- Intentos a lo largo de la historia de unir Europa y África
- Qué impacto económico tendría la finalización del túnel
Túnel submarino de Gibraltar: El proyecto para unir Europa y África es más real que nunca
España y Marruecos podrían unirse con un túnel submarino
Dentro de los Presupuestos Generales del Estado para 2023, se ha creado una partida de 750.000€ que irá destinada a Secegsa. La Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar (Secegsa) es la única organización beneficiaria de este importe. Dirigentes de la organización aseguran que el proyecto podría ser una realidad entre 2030 y 2040; y que hablarán con una compañía alemana para realizar un estudio de viabilidad. Este estudio se centrará en la posibilidad de construir un túnel submarino entre Tarifa y Tánger cruzando el Estrecho de Gibraltar.
El túnel tendría 38,7 km de longitud y 27,8 km serían submarinos. Este túnel submarino llevaría una línea ferroviaria con trenes lanzadera para camiones y vehículos y trenes al uso para mercancías y pasajeros. También incluiría una fibra óptica, tendido eléctrico para proveer de luz el túnel, y un gasoducto por el que pasaría hidrógeno verde entre Europa y África.
El proyecto para unir Europa y África lleva años sobre la mesa
Desde el siglo XIX se han debatido ideas para unir España y Marruecos por el Estrecho de Gibraltar. Las dos opciones más estudiadas en todos estos años han sido:
El levantamiento de un puente en el punto más estrecho a 14 kilómetros
La construcción de un túnel submarino
En la década de los 50, el ingeniero Alfonso Peña Boeuf diseñó un puente colgante entre las costas españolas y marroquíes. Pero esta idea perdió fuerza en los 70, tras la construcción del túnel de Seikan que conectaba las islas de Hokkaido y Honshu en Japón. Eso llevó a una declaración conjunta de España y Marruecos en 1979 donde se comprometían a estudiar el proyecto de unión. Para ello, se crearon dos sociedades: SNED en Marruecos y Secegsa en España, que en 1995 concluyeron que la mejor opción sería la construcción de un túnel submarino. Y ahora, después de una época con varios problemas diplomáticos, los dos países vuelven a apostar por acelerar el proyecto y finalmente construir el túnel submarino.
La construcción del túnel submarino tendría un gran impacto económico
La finalización del túnel aportaría muchos beneficios tanto a España como a la región del Norte de África. El transporte marítimo se vería drásticamente reducido, provocando también una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera ya que el sector sigue siendo uno de los más contaminantes. Las relaciones comerciales entre Europa y África mejorarían, al crearse nuevas empresas y teniendo un flujo de mercancías más activo. Este túnel también permitiría conectar la red ferroviaria española con la red magrebí, que actualmente conecta Marruecos, Argelia y Túnez. Esto se debe a que las vías disponen de la misma anchura y no requeriría ninguna inversión añadida al proyecto. Eso significa que podría construirse una línea de alta velocidad en suelo africano que conectara capitales europeas como París y Madrid con ciudades como Rabat o Argel.
Marruecos ve en este túnel submarino una oportunidad de oro para potenciar su economía y convertirse en el país líder dentro de la región magrebí. Desde Marruecos aseguran que existen grandes oportunidades para la inversión. Algunos de ellos serían las infraestructuras, el turismo y las energías renovables. En este último precisamente creen que la construcción del túnel submarino podría complementarse con el proyecto de gasoducto entre Nigeria y el país marroquí.